El último fin de semana largo dejó un saldo positivo para el turismo, aunque los números fueron más bajos que en 2024. El impacto económico alcanzó los $733.128 millones, con 2,7 millones de personas movilizadas. El contexto económico actual genera tensiones e incertidumbre en el sector.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) dio a conocer este lunes los resultados del movimiento turístico durante el fin de semana largo que acaba de terminar. En total, se movilizaron 2,7 millones de personas en todo el país, que generaron un impacto económico estimado en $733.128 millones.
Sin embargo, en la comparación interanual, los resultados mostraron una baja. Según indicó CAME, los números fueron “moderados, aunque dentro de lo previsto”. En 2024, el fin de semana de Semana Santa había contado con seis días debido a la combinación con el feriado del 2 de abril, lo que había impulsado los viajes.
Este año, la caída de turistas fue del 16% y el gasto total también resultó inferior. Aun así, el gasto diario promedio por persona fue de $87.590, con una estadía media de tres días.
El destino elegido influyó fuertemente en el presupuesto: un turista que viajó a Tierra del Fuego desembolsó $320.000 por día, mientras que en Tucumán y Mendoza el gasto rondó los $72.000 y $75.000 diarios, respectivamente.
Viajes al exterior inclinan la balanza
El informe también destacó que muchos argentinos optaron por cruzar las fronteras hacia países limítrofes, principalmente Chile y Uruguay, y en menor medida Brasil y Paraguay.
En Mendoza, para cruzar a Chile por el Paso Internacional Cristo Redentor se registraron colas de hasta 5 kilómetros y demoras de hasta cuatro horas. En el Litoral, las esperas para cruzar hacia Paysandú alcanzaron los 2 kilómetros de extensión.
Aerolíneas Argentinas y micros: alta ocupación
Aerolíneas Argentinas transportó 210.000 pasajeros durante el fin de semana largo, con una ocupación promedio del 80% en sus vuelos. En tanto, los servicios de micros de larga distancia del miércoles 16 operaron con ocupación plena en la mayoría de las rutas.
Un escenario que preocupa al sector turístico
En paralelo al movimiento del fin de semana, el Gobierno continúa en tensión por la eliminación parcial del cepo cambiario, una medida que si bien no generó cambios inmediatos en la operatoria de las agencias —que ya venían trabajando en dólares por las distorsiones cambiarias—, sí encendió luces de alerta en el sector.
Las agencias y operadores turísticos manifestaron preocupación por la falta de estabilidad y la incertidumbre generalizada. Las ventas de viajes al exterior no se frenaron, pero tampoco se aceleraron: la incertidumbre parece pesar más que las oportunidades.
En el segmento corporativo, la situación es aún más tensa. La percepción del 30% sigue representando un obstáculo importante para las personas que pagan en pesos, generando una distorsión difícil de absorber en presupuestos y cotizaciones.
Receptivo en pausa
En cuanto al turismo receptivo, las expectativas no son optimistas. Muchos operadores alertan que podría profundizarse la inflación y temen una oleada especulativa, con proveedores que aumenten precios anticipándose a una posible baja del dólar.
Desde el sector insisten en la necesidad de contar con un dólar "lógico" y tarifas acordadas, que brinden previsibilidad tanto a los visitantes extranjeros como a los operadores locales.