— ¿Cómo nació Otium y qué te motiva a seguir tres décadas después?
- Empezamos en 1995 en República Dominicana. Después en 2011 abrimos oficinas en
la zona de Cancún para cubrir Riviera Maya también y, más tarde, expandimos a
Costa Mujeres. En 2021 llegamos a la Costa del Pacífico, con operaciones en
Vallarta, Los Cabos y Cozumel, completando así las principales zonas turísticas
de México que son las más importante.
Pero lo que
me mantiene con ganas es algo muy simple: ver que nuestros pasajeros llegan con
ilusión y se van con algo más que una buena logística. Somos parte de momentos
familiares, de reuniones que cruzan continentes. Y eso te marca.
— 30 años
en esta industria no se logran por casualidad. ¿Qué hay detrás?
- Te diría que lo esencial son los valores. Responsabilidad, honestidad y trabajo
en equipo. Siempre les repito a mis hijos, a los gerentes y a los empleados de
la empresa que eso es lo único que no se negocia. Esa base humana sostiene todo
lo demás.
—¿Podés
compartir una situación que refleje ese compromiso?
- Hace poco, una familia argentina sufrió un accidente en República Dominicana.
No fue culpa nuestra, pero igual activamos todo: supervisores viajando a las
clínicas, contacto con el consulado, acompañamiento a cada miembro de la
familia. Eran tres clínicas distintas. Una persona en cada una, informando a
los familiares en Argentina. Al final, recibí un mensaje de voz del padre. Me
agradeció por estar. Ahí entendés por qué hacés lo que hacés.
— ¿Cómo
formás a tu equipo para que actúe así?
- Capacitamos, sí, pero más importante es contagiar la forma de ser. Les pedimos
a los choferes que hablen con el pasajero, que observen, que detecten si
alguien viene tenso, cansado, con chicos. A veces un aire acondicionado suave,
la música justa o una simple sonrisa cambian el comienzo de las vacaciones. El
turismo también es eso: liberar al pasajero del estrés y darle lugar a la
alegría.
—En
tiempos donde todo parece automatizado, ¿cómo conviven con la tecnología?
- Desarrollamos nuestro sistema propio hace más de seis años. Integra traslados y
excursiones. Funciona con APIs que se conectan con agencias y mayoristas. Es
ágil, preciso, confiable. Pero siempre digo: la tecnología debe ayudarnos, no
reemplazarnos. Por eso, en ferias como DATE 2025, seguimos hablando cara a cara. Eso
no cambia.
—¿Cómo
trabajan con agencias de viajes de Argentina?
- Muchas nos acompañan hace más de 20 años. Construimos relaciones, no contratos.
Les damos herramientas tecnológicas, pero también flexibilidad, soporte,
personas reales del otro lado. No vendemos traslados: ayudamos a cumplir
sueños.
—Y en lo
operativo, ¿cómo funciona esa integración con excursiones?
- El sistema permite que el agente reserve traslados y excursiones juntos. Todo
confirmado en tiempo real, con proveedores confiables. El objetivo es que la
agencia pueda armarle al pasajero su semana completa, sin contratiempos.
—¿Y
hacia dónde va Otium en los próximos años?
- Estamos comprometidos con la sostenibilidad. Analizamos incorporar vehículos
eléctricos alimentados con energía solar. Tenemos un plan para subirnos a esa transformación.
Sabemos que no es fácil —tenemos una flota grande, la infraestructura es
compleja—, pero queremos avanzar con responsabilidad. No se trata de ser la
mejor empresa del mundo, sino la mejor empresa para el mundo. Esa frase me
guía.
—Después de tantos viajes, ¿qué te sigue emocionando?
- Cuando alguien me escribe que sintió que lo cuidaron. Cuando un abuelo me dice
que pudo reencontrarse con su nieto. Cuando una agencia nos elige otra vez. El
turismo, para mí, es estar al servicio de los demás. Y eso no cansa. Al
contrario: te renueva.