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"NO acompañamos la desregulación del trabajo de los guías en Iguazú, porque sin ellos, el turismo pierde su alma" indicaron desde Iguazú. |
El turismo en Argentina enfrenta una nueva controversia que podría cambiar radicalmente la experiencia de los viajeros y la preservación del patrimonio natural y cultural del país. La reciente propuesta del Gobierno de desregular la actividad de los guías de turismo encendió las alarmas entre funcionarios de turismo, legisladores nacionales, académicos, profesionales y estudiantes del sector, quienes advierten sobre graves consecuencias para la competitividad, la sostenibilidad y la seguridad en destinos clave, como los Parques Nacionales.
Un golpe a la profesionalización del turismo
Desde el Consejo de Decanos y Directores de Carreras de Turismo (Condet) hasta los Colegios Profesionales de Turismo y la Asociación Nacional de Estudiantes de Turismo (ANET), la comunidad académica ha manifestado su preocupación por la medida impulsada por la administración de Javier Milei.
Actualmente, los guías de turismo no solo acompañan a los viajeros, sino que cumplen un rol clave en la interpretación del patrimonio, garantizando experiencias de calidad y seguras en todo el país.
Sin regulaciones claras, los expertos advierten que cualquier persona podría ofrecer servicios de guía sin formación específica. Esto impactaría directamente en la calidad de los servicios turísticos, afectando la competitividad de Argentina en un mercado global donde la profesionalización es un sello distintivo de los destinos más exitosos.
Patrimonio y seguridad en la cuerda floja
El turismo en áreas protegidas y sitios culturales requiere de planificación y conocimientos específicos. Hoy, las regulaciones vigentes garantizan la seguridad de los visitantes y la preservación de los ecosistemas, pero con la desregulación se corre el riesgo de que el crecimiento descontrolado del turismo ponga en jaque la sostenibilidad de destinos icónicos.
El fenómeno del "turismo depredador", donde el volumen de visitantes prima sobre la calidad de las experiencias y la conservación de los espacios, es una amenaza real. Desde los glaciares en la Patagonia hasta la biodiversidad del Iguazú y el Iberá, la falta de profesionales capacitados podría abrir la puerta a prácticas sin criterio ambiental, generando daños irreversibles.
¿Argentina perderá atractivo en el turismo internacional?
La tendencia global es clara: los países líderes en turismo han fortalecido la profesionalización del sector, elevando estándares de servicio e interpretación del patrimonio. En lugares como España, Francia o Italia, los guías deben cumplir estrictos requisitos de formación para garantizar un turismo de alto nivel.
Si Argentina flexibiliza estas normas, no solo podría perder posicionamiento como destino de calidad, sino que además podría desalentar a las nuevas generaciones de estudiantes de turismo, generando un retroceso en la capacitación y el empleo dentro del sector.
Un llamado a la acción: regulación y modernización pueden coexistir
Lejos de oponerse a la modernización del turismo, los organismos profesionales insisten en que la clave es una normativa equilibrada, que combine la innovación con la regulación necesaria para preservar la identidad y el valor de los destinos argentinos.
En un contexto donde la desregulación parece ganar terreno, la pregunta es clara: ¿Argentina está dispuesta a sacrificar la calidad y la sostenibilidad de su turismo en favor de una liberalización sin control?
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Una conferencia el presidente de Parques Nacionales de Milei adelanta las medidas contra los Guías de Turismo. |
Repudio desde el Congreso
"El avance en la desregulación afectará directamente a las fuentes laborales de los guías de turismo que realizan sus tareas en los distintos Parques Nacionales que se encuentran distribuidos a lo largo y ancho de nuestro país", expone el proyecto de resolución.
Acompañamiento a los Guías desde Iguazú
En esa misma línea, el comunicado expresa que "defender el trabajo de los guías es defender un modelo de turismo sostenible, donde el desarrollo y la conservación van de la mano. Es exigir condiciones seguras, acompañamiento constante y el reconocimiento de su rol como actores clave en la construcción de un turismo que crezca, pero de manera responsable. Acompañamos los reclamos genuinos, y NO acompañamos la desregulación del trabajo de los guías en Iguazú, porque sin ellos, el turismo pierde su alma. Y sin un turismo comprometido con la naturaleza, perdemos todos".