“Este año se llenó de turismo marrón lamentablemente”. Sergio Santana, concejal de Mar de Ajó con mandato cumplido en el Partido de La Costa, realizó en los últimos días esa polémica publicación en redes sociales.
No menos controversial fue la explicación que intentó dar después. “No me refiero al color de la piel, lo digo por cómo es la persona por dentro”, argumentó.
“El posteo es mío, la cuenta es mía y lo hice yo al posteo, y me hago cargo de lo que digo”, afirmó Santana en declaraciones realizadas a radios y canales de televisión locales en los últimos días, pero viralizadas este jueves.
Santana propuso cambiar el perfil de Mar de Ajó, orientando la ciudad hacia un destino exclusivo para sectores de alto poder adquisitivo. Esta propuesta dejaría de lado a la población trabajadora y a quienes se asocian con el denominado “turismo marrón”.
La posición de Santana se fundamenta en su rol como rentista y especulador inmobiliario. El exconcejal defiende una estrategia que favorezca el capital inmobiliario y atraiga inversiones orientadas a un mercado de alto poder adquisitivo. Esta visión ha sido criticada por diversos sectores que ven en ella una forma de exclusión social.
El exconcejal impulsa la idea de convertir a Mar de Ajó en un polo turístico de lujo, donde solo se reciban visitantes capaces de dinamizar la economía local con altos gastos. Esta propuesta busca excluir a quienes no cumplen con este perfil, generando preocupación entre los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Las declaraciones de Santana se enmarcan dentro de una agenda política que busca alinear la transformación urbana de Mar de Ajó con los intereses de la élite. Esta estrategia refleja las tensiones sociales y económicas en el ámbito local, y ha generado un amplio debate sobre el futuro de la ciudad y el acceso igualitario a sus recursos.
El dirigente sostiene que este cambio es necesario para mejorar la economía local. Según Santana, los turistas de menor poder adquisitivo son responsables de problemas como el incremento de la violencia y los desórdenes en la ciudad.
Argumenta que su presencia afecta negativamente la economía local, y defiende la necesidad de atraer a turistas con mayor capacidad de gasto.
Intereses inmobiliarios y especulación
La posición de Santana se fundamenta en su rol como rentista y especulador inmobiliario. El exconcejal defiende una estrategia que favorezca el capital inmobiliario y atraiga inversiones orientadas a un mercado de alto poder adquisitivo. Esta visión ha sido criticada por diversos sectores que ven en ella una forma de exclusión social.
El exconcejal impulsa la idea de convertir a Mar de Ajó en un polo turístico de lujo, donde solo se reciban visitantes capaces de dinamizar la economía local con altos gastos. Esta propuesta busca excluir a quienes no cumplen con este perfil, generando preocupación entre los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Las declaraciones de Santana se enmarcan dentro de una agenda política que busca alinear la transformación urbana de Mar de Ajó con los intereses de la élite. Esta estrategia refleja las tensiones sociales y económicas en el ámbito local, y ha generado un amplio debate sobre el futuro de la ciudad y el acceso igualitario a sus recursos.