Las tiny houses, o mini casas, se han convertido en una solución innovadora y versátil para quienes buscan crear espacios más funcionales, accesibles y sostenibles. Estas construcciones compactas, generalmente de menos de 35 metros cuadrados, priorizan el aprovechamiento máximo del espacio sin sacrificar comodidad ni diseño, adaptándose a estilos de vida minimalistas y modernos.
En Argentina, este concepto está ganando terreno no solo como opción de vivienda, sino también como una alternativa rentable en la industria del turismo. Proyectos como el Refugio Santa Isabel en Chapadmalal destacan por ofrecer una experiencia única, con tiny houses que combinan diseño artesanal, confort y conexión con la naturaleza. Estas viviendas turísticas incluyen cama tamaño queen, cocina integrada y baño completo, ideales para escapadas en pareja o con amigos.
Otro ejemplo destacado es el emprendimiento de Salvatore, que fabrica tiny houses llamadas SUMbox. Estas unidades de 21 metros cuadrados se construyen en tan solo 90 días y tienen un costo de 25.000 dólares. Diseñadas para ser transportadas en camiones, las SUMbox son relocalizables, permitiendo a sus dueños ubicarlas estratégicamente en destinos como Pinamar en verano o Bariloche en invierno, maximizando su rentabilidad durante las temporadas altas.
Versatilidad y rentabilidad
Las tiny houses no solo ofrecen una solución práctica para la vivienda, sino también un modelo de inversión atractivo. Según Salvatore, una SUMbox orientada al turismo puede generar una rentabilidad superior al 10% anual en dólares, con una inversión total que no supera los 30.000 dólares, incluyendo infraestructura básica. Comparadas con opciones tradicionales como cocheras en Buenos Aires, que generan una renta promedio de $25.000 mensuales, estas unidades pueden alcanzar ingresos de $150.000 o más por mes en un contexto turístico.
Además, las tiny houses eliminan barreras tradicionales de la industria hotelera, como los altos costos iniciales o las dificultades para salir del negocio. Estas unidades ofrecen una baja barrera de entrada y son ideales como complemento para otros emprendimientos, como bodegas que buscan sumar un circuito hotelero.
Flexibilidad en instalación y uso
Una ventaja clave de las tiny houses es su capacidad para ser transportadas y adaptadas a diferentes terrenos. Pueden conectarse fácilmente a los servicios locales, lo que las convierte en una opción ideal para oficinas, habitaciones premium en glampings o viviendas de temporada. Esto permite a los propietarios diversificar su uso y responder rápidamente a cambios en la demanda o preferencias del mercado.
Tendencia en crecimiento
El auge de las tiny houses en Argentina no solo responde a su funcionalidad, sino también a un cambio en las prioridades de las personas y empresas. Estas mini casas ofrecen una alternativa sostenible, económica y adaptable, alineándose con las demandas de consumidores que valoran la simplicidad, el diseño y la conexión con el entorno.
Desde viviendas personales hasta inversiones en turismo, las tiny houses están redefiniendo la manera en que habitamos y aprovechamos los espacios, demostrando que lo pequeño puede ser grande en impacto y posibilidades.