Como todos saben la "Operación: Retrazar el inicio de clases" naufragó con una rotunda negación desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy en el sector turístico algunos se preguntan por qué el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli se embarcó en esta iniciativa mediática instalando un tema que se sabía de antemano no iba a llegar a buen puerto.
El duro golpe se lo dio la Ciudad de Buenos Aires que le cerró definitivamente la puerta a modificar el calendario escolar para atrasar las clases hasta después de los feriados de Carnaval. "No negociamos fechas de clases por algún beneficio", afirmó la vocera de Jorge Macri este martes al ser consultada en la conferencia de prensa y lo dejó mal parado.
“Todos los que quieran hacer turismo pueden hacerlo, pero hay muchísimos chicos que tienen derecho a acceder a la educación y estar en la escuela. Y vamos a cumplir, como siempre, nuestro calendario oficial”, detalló Laura Alonso y agregó: "en la Ciudad la educación es una prioridad y cumplir con el calendario escolar es una prioridad”.
¿Antes de referise al tema en una entrevista radial, no habría sido más oportuno consultar las chances? ¿Es beneficiosa la influencia de algún dirigente empresarial que suele sacarse fotos a su lado? ¿Qué monje negro del periodismo turístico está detrás de esto?
Esta batalla perdida recuerda otra, no muy lejana, como fue el decreto que sacó al turismo los feriados para transformarlo en días no laborables, un claro mensaje en contra del sector turístico y en favor del sector comercial e industrial cuyo vocero fue Spotorno.
¿Será tal vez, la falta de contacto con los empresarios reales (no los lobistas de su propio negocio), con los turistas de verdad, con los hombres de pie, lo que hace trastabillar al funcionario? El sector lo aprecia, antes que cualquier advenedizo, pero hace falta una mirada más amplia, más federal, algo que en su momento le pudo aportar la exsubsecretaria Yanina Martínez.