República Dominicana quiere transformarse en el principal hub aéreo del Caribe

 

República Dominicana continúa reforzando su posición como centro de conectividad del Caribe, impulsada por una inversión que supera los 700 millones de dólares y por una expansión sostenida de sus rutas aéreas. Esta estrategia busca mejorar la capacidad operativa del sistema aeroportuario y acompañar el aumento en el flujo de pasajeros.

Según datos del Ministerio de Turismo, el país recibió 7,1 millones de visitantes en lo que va del año, lo que representa un incremento del 2,6% respecto del mismo período anterior. Estados Unidos y Canadá encabezan los mercados emisores, mientras que Argentina registra un crecimiento sostenido y se ubica como el tercer mercado, con aproximadamente 370.000 turistas.

La modernización de infraestructura avanza mediante proyectos público-privados. Entre las obras en marcha se destacan la construcción de una nueva terminal en el Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) en Santo Domingo y el desarrollo del Aeropuerto Internacional de Cabo Rojo, en Pedernales. En paralelo, aeropuertos como Punta Cana, Santiago y Puerto Plata informan incrementos en movimientos aéreos y mejoras operativas.

En el plano regional, la aerolínea Arajet desempeña un papel clave en la ampliación de la conectividad sudamericana. En los últimos meses registró un aumento de pasajeros provenientes de Argentina y anunció una nueva ruta directa Córdoba–Punta Cana, con cinco frecuencias semanales. Esta oferta se complementa con los vuelos de Aerolíneas Argentinas y la red de Copa Airlines vía Panamá. Para 2025, el mercado argentino contará por primera vez con más de 200.000 asientos directos hacia República Dominicana.


El crecimiento de la oferta aérea también está modificando la distribución de los arribos dentro del país.
Punta Cana concentra el 61,5% de las llegadas; el Aeropuerto Internacional Las Américas, en Santo Domingo, el 21,2%; y el Aeropuerto Internacional del Cibao, en Santiago, el 11,1%. Estos datos reflejan una diversificación paulatina en los puntos de ingreso y en las zonas que reciben mayor movimiento turístico.

Con planes de expansión proyectados hacia 2026, República Dominicana mantiene una estrategia orientada a fortalecer su red aeroportuaria y su conectividad internacional, con el objetivo de sostener el crecimiento del sector y ampliar las opciones de acceso a distintos mercados.