Alberto Albamonte: "Los turistas privilegian la marca más que el destino"


Entrevista exclusiva con Alberto Albamonte (Segunda Parte) - El orgullo de haber posicionado la marca con los mayores estándares de calidad, la venta directa, la constante demanda de grupos inversores interesados en levantar nuevos hoteles y el rechazo a la participación en asociaciones hoteleras y en la FIT, fueron algunos de los temas que abordó junto a RADAR DE VIAJES. Pasen y lean.

¿Qué logros destacas en la gestión de los hoteles?

Una de las cosas increíbles que hemos logrado es que la gente que va por turismo privilegia la marca más que el destino.  Es interesante, si quieren ir a San Pedro porque tiene el río, pero no hay lugar cambian por las Sierras de Córdoba donde tenemos lugar en el Hotel Almafuerte que está frente a un lago. O sea, cambian la provincia de Buenos Aires porque quieren ir a Howard Johnson. 

Eso es para mí es un motivo orgullo, nos sucede muchísimo, incluso en temporada alta tenemos una enorme cantidad de familias que deciden sus vacaciones en función de los hoteles que tenemos en la cadena. En nuestros hoteles no te vas a encontrar con camas de 80 centímetros de ancho, no te vas a encontrar con habitaciones que no les funciona el aire acondicionado, vas a tener un salón realmente acústico, térmico. Bueno, esa es una son las cosas que marcan la diferencia.

En cuanto a la comercialización, ¿cómo la llevan a cabo?

Nosotros todo este tiempo fuimos aplicando más a programas de venta directa, desde nuestros portales. El foco está puesto ahí, después trabajamos con algunas agencias de viajes. El sector corporativo, por supuesto, contratan directa salvo las empresas muy grandes multinacionales que igual tienen su agencia.

Después nosotros tenemos otro sistema que es extraordinario, que nos da un resultado increíble, que es la centralización de comisiones. Esto significa que una agencia chiquita de Atlanta manda cinco huéspedes al hotel de Río Cuarto, pero la comisión la cobra en Estados Unidos, no tiene que llamar a Río Cuarto para que le paguen la comisión. Entonces ese sistema funciona a las perfecciones y aumenta enormemente la venta.


¿Hay techo para el Grupo Hotelero Albamonte?

Ahora nosotros tenemos 41 hoteles. Llegamos a 45 a fin de año y tengo 23 en construcción. Pero además es muy dinámico esto porque no pasa semana que no venga algún inversor interesado, por ejemplo, la semana pasada firmamos para hacer un hotel y mañana entramos en conversaciones con otro grupo inversor.

Al parecer estamos ante uno de los mejores negocios en la actualidad.

Es un negocio que tiene dos virtudes; primero te da una previsibilidad de ingreso que en un negocio inmobiliario es muy difícil; y segundo es muy bueno para asegurar el capital, porque un hotel internacional bien operado y con todos los sistemas digamos de preservación de la calidad del hotel te asegura el negocio.

Por ejemplo, nosotros tenemos que cambiar todo el equipamiento cada siete años aproximadamente y para lograr eso hay que ser muy profesional; la habitación tiene que ser hotelera; la cama y el colchón tienen ser hoteleros, lo mismo que la alfombra.


¿Qué otras actividades de la economía están invirtiendo en hoteles?

Tenemos de todo. Tengo un grupo inversor que es curtidor de cuero; tengo al Grupo Roggio; hay uno que fabrica repuestos para auto y debe exportar a 40 países y está haciendo un hotel importantísimo en San Rafael. Es un hotelazo de la tipología externa muy parecida al Llao Llao que cuenta con 800 hectáreas de viñedos y un kilómetro y medio de costa sobre el río Diamante, que es uno de los ríos más lindos de la Argentina.

Es decir, tenemos todo tipo de inversores; y después también ofrecemos un esquema de fideicomiso. En algunos casos se vende las habitaciones para renta, que también es un buen negocio.

Como hotelero, ¿por qué no participas de la gremial empresaria?

No en absoluto, no me gustó participar porque sentía que perdía el tiempo. Formé parte de la AHT. Yo soy un tipo de producir y lamentablemente muchos de estos dirigentes -aunque hay gente muy buena, muy profesionales-, pero muchos otros solo están ahí para ver si pueden garronear un pasaje. Yo sí me quiero ir a Europa me pago el pasaje y se acabó, no necesito eso. Por ejemplo, tampoco participamos más de la Feria Internacional de Turismo (FIT).


¿Por qué no participan más?

Nosotros siempre teníamos el stand más grande hace años, pero empezamos con el análisis de resultados -con las publicidades grandes - y medíamos la FIT, y cero. ¿Qué es lo que tiene que hacer una feria como la FIT? Tiene que traer a los compradores de hoteles, me tendrían que traer a los grandes operadores, pero lamentablemente no es así. 

Acá el negocio de la FIT es contratar a las secretarías de Turismo de las provincias, a la actividad privada de la poca bola. Nunca dije nada de este tema porque tampoco me gusta patear el nido ni ponerme en juez de nadie, a mí no me sirve: cero.



¿Qué opinás de la lucha contra los alquileres temporarios que levantan las gremiales?

Eso es una estupidez. A mí me dijeron de todo porque yo promovían la llegada de más cadenas hoteleras. En definitiva, no quieren más competencia porque tienen la visión del negocito chico. La apertura no es para cualquiera, es para los que creemos en la competencia.

¿Por qué crees que las organizaciones no cumplen con los objetivos de lobby?

Yo no generalizo porque también tengo tipos que conocí ahí que son admirables, pero no es mi vocación, no me gusta perder el tiempo. Mi interés personal es cuidar mi empresa hacerla crecer, capacitar a la gente, pagarles bien. Eso es lo que a mí me interesa y no me gusta la figuración. Además, si yo quiero hablar con el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, con Daniel Scioli, lo llamo y dentro de media hora estoy con él, no necesito estar en una cámara para poder reunirme cinco minutos con Daniel.


¿Estarías en alguna función de este Gobierno, o como asesor?

Yo tomé una decisión en el año 95 de retirarme de la política y no soy de los tipos que hoy están en el Banco Central y mañana están en los bomberos. Y lo decidí con toda tranquilidad de renunciar a la jubilación de privilegio, aunque eso también me trajo un par de dolores de cabeza. Ahora estoy en la etapa de hotelería, una etapa de crecimiento.

¿Y tenés otro proyecto que no sea sobre hotelería a futuro?

Soy un tipo inquieto, porque creo que está todo por hacerse. Hace 5 años yo era master franquiciado para Argentina y Uruguay, pero luego me cambiaron el estatus y ahora soy socio estratégico de la compañía, que quiere decir que puedo hacer hoteles en cualquier parte del mundo y usar cualquiera de las 23 marcas que tienen.

Actualmente tengo dos proyectos en Armenia, y tengo un proyecto en Panamá y un proyecto en República Dominicana. Pero insisto, yo creo que en Argentina está todo por hacerse.

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