Se implementará una medida con el propósito de gestionar el flujo turístico y mitigar los impactos del turismo masivo en Venecia. Esta iniciativa se suma a la introducción de una tasa que los visitantes no pernoctantes en la ciudad deberán abonar.
Venecia, emblemático destino asociado al fenómeno del sobreturismo, busca desde hace tiempo soluciones para restringir el ingreso de personas, especialmente durante los períodos de alta afluencia. Tras la pandemia, la ciudad se ha visto más afectada que nunca por su popularidad, enfrentándose a cifras récord de turistas.
Con el objetivo de contrarrestar este fenómeno, se establecerá una tasa diaria de 5 euros para aquellos visitantes que no pernocten en los hoteles de la ciudad. Adicionalmente, las autoridades anunciaron la prohibición de la entrada de grupos con más de 25 personas.
El comunicado oficial, presentado el 30 de diciembre, detalla que "los grupos no podrán exceder las 25 personas, es decir, la mitad de la capacidad de un micro turístico. Además, se prohibirá el uso de altavoces que puedan generar confusión y molestias". Los operadores turísticos cuentan con cinco meses para ajustar sus operaciones a estas restricciones.
Venecia, que recibe en promedio 30 millones de visitantes anuales, se ve obligada a tomar medidas drásticas para contrarrestar el impacto negativo de la presión turística. Simultáneamente, busca evitar la sanción de la UNESCO, que amenaza con incluirla en su lista de Patrimonio en Peligro.
Con el objetivo de contrarrestar este fenómeno, se establecerá una tasa diaria de 5 euros para aquellos visitantes que no pernocten en los hoteles de la ciudad. Adicionalmente, las autoridades anunciaron la prohibición de la entrada de grupos con más de 25 personas.
Esta disposición abarcará el centro de la ciudad y las islas de Murano, Burano y Torcello. Asimismo, se vetará el uso de parlantes, dispositivos frecuentemente empleados por los guías turísticos para amplificar su voz. La medida tiene previsto entrar en vigencia a partir del 1° de junio, tras la ratificación por parte del Consejo Municipal.
El comunicado oficial, presentado el 30 de diciembre, detalla que "los grupos no podrán exceder las 25 personas, es decir, la mitad de la capacidad de un micro turístico. Además, se prohibirá el uso de altavoces que puedan generar confusión y molestias". Los operadores turísticos cuentan con cinco meses para ajustar sus operaciones a estas restricciones.
Venecia, que recibe en promedio 30 millones de visitantes anuales, se ve obligada a tomar medidas drásticas para contrarrestar el impacto negativo de la presión turística. Simultáneamente, busca evitar la sanción de la UNESCO, que amenaza con incluirla en su lista de Patrimonio en Peligro.
Cabe destacar que esta restricción en el tamaño de los grupos ya ha sido adoptada por Barcelona, otra ciudad europea afectada por el sobreturismo. En el mercado de la Rambla, que recibe más de 45,000 visitantes diarios, se prohíbe la entrada de grupos con más de 15 integrantes los viernes y sábados por la mañana