Viajar a Brasil: Florianópolis en Semana Santa


Entre las múltiples alternativas que existen para viajar durante un fin de semana largo para esta temporada del año, las playas de Florianópolis se presentan como una opción ideal para disfrutar en familia o con amigos. Es que con temperaturas entre 23 y 28 grados centígrados en promedio, el clima de la costa de Santa Catarina es agradable durante los meses de marzo y abril, pero sin las multitudes y el tránsito comunes en la temporada alta.

¿Qué nos ofrece el destino? Tenemos playas, sobre todo... playas calmas y rodeadas de una naturaleza exuberante. Desde ya, las playas de Santa Catarina son su principal atractivo y cada una atrae a un determinado perfil de visitante. Quienes prefieren una inmersión en alejados de la ciudad pueden optar por alejarse de las más céntricas e irse hasta Governador Celso Ramos, una pequeña localidad a 50 km de Florianópolis, con poco más de 14.000 habitantes. 


Allí hay unas 40 playas para elegir, todas con aguas cristalinas, arena esponjosa y olas perfectas para practicar surf, así como la mejor infraestructura de la costa para disfrutar de la gastronomía local visitando excelentes restaurantes cerca del mar. Por su parte, Bombinhas, conocida como la "Capital Nacional del Buceo" debido a sus aguas cristalinas y tranquilas, es ideal para quienes buscan paz y tranquilidad en medio de la naturaleza. 

En “Floripa” se encuentran las tradicionales playas Jurerê, Joaquina, Campeche, Mole y Praia Brava, ideales para quienes gustan del movimiento y de tener varias opciones de compras cerca, al igual que Canasvieiras e Ingleses, esta última parcialmente inaccesible debido a la ampliación de su franja de arena.

También tenemos en el radar la visita al centro histórico. Es que en el Mercado Público del centro de Florianópolis se combinan el patrimonio arquitectónico y la venta de productos frescos con pequeños restaurantes de gastronomía típica. Otros puntos de referencia del barrio son la higuera centenaria de la Praça XV de Novembro y el Museo Histórico de Santa Catarina, ubicado en el Palacio Cruz e Sousa. Subiendo por la calle Felipe Schmidt, en sentido contrario a la plaza, se llega también al mirador junto al famoso puente Hercílio Luz, donde se obtiene acceso a una de las postales más populares de la ciudad.


Por otra parte, uno de los barrios más populares es Lagoa da Conceição, donde el ambiente es animado en todas las épocas del año, en parte gracias a su excelente oferta hostelera. Además de las cercanas playas Mole y Joaquina, Barra da Lagoa también es elegida por algunos bañistas a los que les gusta disfrutar de las aguas tranquilas y practicar stand up paddle, pero si hace demasiado frío para estar en el agua, está también la opción de dar un paseo por la costanera, un recorrido agradable para hacer a pie o en bicicleta.

A su vez Florianópolis propone una inmersión en la naturaleza con tours que llevan a Isla Anhatomirim y Bahía dos Golfinhos, uno de los más populares de “Floripa”. Para aquellos que les interesa esta propuesta les contamos que el barco sale del centro de la ciudad a las 10:30, pasa por debajo del puente Hercílio Luz, recorre toda la Bahía Norte e incluye una vista panorámica de la Beira Mar Norte. Luego, se dirige a Bahía dos Golfinhos, ideal para el avistamiento de delfines, y sigue por las islas de Ratones y Anhatomirim. Otro paseo clásico es la cabalgata en el Parque Rio Vermelho, al este de la isla. El trayecto de 8 km pasa por arroyos entre los bosques del Rio Vermelho y desemboca en dunas y playas de arena finísima.


Otra gran alternativa de entretenimiento a 13 km del aeropuerto de Navegantes es el fantástico Beto Carrero World, este parque temático insignia de las vacaciones escolares, que acaba de completar 30 años sumando nuevas atracciones. Beto Carrero está instalado en una superficie de 14 millones de metros cuadrados y cuenta con una organización similar a la de los parques de Estados Unidos. Ofrece varios juegos temáticos para sumergirse en diferentes universos, desde el Viejo Oeste y la Isla de los Piratas hasta Villa Germánica, Avenida de las Naciones, Mundo Animal, Isla de la Fantasía y Aventura Radical.

¿Dónde comer en temporada de otoño? Hay que saber que salvo los kioscos y restaurantes de costa, que sólo funcionan en verano, la oferta gastronómica de la ciudad se mantiene intacta y vale la pena tentarse alguna vez con uno de los clásicos locales: los frutos de mar frescos. A los tradicionales shoppings Beira-Mar, Floripa y Vila Romana (ex Iguatemi), el año pasado se sumaron el Armazém Rita Maria, un conjunto de galpones portuarios erigidos en 1895 y reciclados que incluye tiendas, restaurantes, bares, heladerías y galería de arte, y el Top Market Floripa, un polo gastronómico de lo más ecléctico. Ambos están ubicados a un salto del puente Hercílio Luz.


Una perlita para descubrir: Santo Antônio de Lisboa. Poco frecuentado por los turistas extranjeros, es un destino muy apreciado por los conocedores como una pueblito portugués en el litoral de Santa Catarina. Situado a 16 km del centro de “Floripa”, Santo Antônio de Lisboa aún mantiene el aire tranquilo y encantador de un pueblo colonial. 

La mayoría de las calles fue pavimentada recientemente, las fachadas históricas fueron restauradas y no hay edificios colándose entre ellas. Alberga varias joyas arquitectónicas como la iglesia de Santo Antônio, la antigua aduana, la primera calle adoquinada del estado y la casa-hotel donde se alojó Dom Pedro II, último monarca del Imperio de Brasil. Contemplar la puesta de sol en cualquiera de sus restaurantes de la costa, en medio del mar, con montañas, barquitos y toda la Bahía Norte (incluido el puente Hercílio Luz) en el horizonte, es sencillamente imperdible. Entre las especialidades de la región están la sequencia (degustación) de ostras, el ceviche de ostras o las ostras al natural con gotas de limón, cachaça y miel.