Flybondi, la primera aerolínea low cost de Argentina, decidió suspender el plan de cotizar en el Nasdaq propuesta hace casi dos años atrás. La empresa notificó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) la disolución del acuerdo de combinación de negocios con Integral Acquisition Corporation 1, mecanismo a través del cual planeaba convertirse en una compañía pública.
El acuerdo, anunciado en octubre de 2023, preveía la creación de una sociedad holding en el Reino Unido con una valuación de US$300 millones. Su objetivo era claro: acceder a los mercados de capitales estadounidenses para financiar una ambiciosa expansión de flota y rutas. Sin embargo, un “consentimiento mutuo por escrito” firmado el 5 de junio marcó el cierre de ese capítulo, dejando suspendida la operación bursátil bajo el ticker FLYB.
En una comunicación interna dirigida a los empleados, el CEO Mauricio Sana explicó que la decisión se relaciona con la inminente llegada de un nuevo accionista. “Tuvimos que pausar la salida a Nasdaq, al menos durante un tiempo”, afirmó.
Sana también reconoció las dificultades del contexto económico y operativo que atraviesa la empresa, y aseguró que junto al accionista mayoritario, Cartesian Capital Group, continúan enfocados en conseguir nuevas inversiones para sostener el crecimiento.
Flybondi, fundada en 2016 durante la gestión de Mauricio Macri, fue emblema de la llamada “revolución de los aviones”, que permitió la entrada de nuevas aerolíneas y la apertura del aeropuerto de El Palomar. Sin embargo, el cierre de esa terminal en 2020 por decisión del gobierno de Alberto Fernández, sumado a la pandemia y a las restricciones cambiarias, representaron fuertes golpes para el sector.
A pesar de estos obstáculos, la low cost logró reactivarse con fuerza en 2021. Pero los problemas no terminaron: en 2023 la falta de dólares dificultó el pago de leasing de aviones, y a fines de 2024 se registraron más de 380 vuelos cancelados en solo un mes. En paralelo, varios directivos, incluido el propio Sana, fueron imputados en marzo de este año por el uso de un taller suspendido para mantenimiento de aeronaves.
Mientras su plan bursátil queda en pausa, el futuro de Flybondi dependerá de su capacidad para atraer nuevas inversiones y enfrentar un entorno local aún desafiante. Desde la compañía aseguran que siguen creyendo en la salida a Nasdaq como un objetivo estratégico, pero que, por ahora, deberán mantener los pies en tierra.