Continúan las malas noticias para el sector turístico en Argentina, tanto para la parte pública como para los empresarios nacionales con una balanza turística que arrastra saldo negativo -con dólares que se van al exterior- y con la caída en las ventas de las pymes turísticas, hoteles, agencias, restaurantes y transporte con la reducción de entrada de divisas por turismo receptivo.
¿Qué dice el INDEC? El turismo emisivo argentino registró un fuerte incremento en mayo, con un crecimiento interanual del 48,9%, según datos de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) publicada días atrás. En total, se contabilizaron 752.800 turistas que realizaron viajes al exterior y 561.800 excursionistas, sumando más de 1,3 millones de salidas de residentes al extranjero en el mes.
El 51% de los turistas salieron del país por vía aérea, principalmente a través de los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, que concentraron el 85,4% de ese total. El 41,6% lo hizo por vía terrestre y el 7,4% restante por medios fluviales o marítimos. Entre los destinos más elegidos se destacaron Chile (21,9%), Brasil (19,8%), Paraguay (11,7%), Europa (11,6%) y Estados Unidos/Canadá (8,2%).
Desde Ezeiza y Aeroparque partieron 328.100 turistas residentes, quienes acumularon 4,6 millones de pernoctaciones. La estadía promedio fue de 14,3 noches, con duraciones más extensas en Europa (21,8 noches), Estados Unidos y Canadá (16,9) y el resto del mundo (16,2).
En contraste, el turismo receptivo mostró una retracción interanual del 10,1%, con 315.400 turistas no residentes que ingresaron al país durante mayo. Las llegadas por vía aérea, que representaron el 51,9% del total, cayeron un 13,8%, en tanto que el flujo por los principales aeropuertos descendió un 14%.
El 65% del turismo receptivo provino de países limítrofes, encabezados por Brasil (23,7%), Uruguay (14,1%) y Chile (13,2%). Las llegadas desde Estados Unidos y Canadá disminuyeron un 7,7%, mientras que Europa registró una caída del 3,1%.
En total, los turistas no residentes generaron 1,96 millones de pernoctaciones, con una estadía promedio de 13,5 noches. Europa lideró con 25,3 noches promedio, seguida por el bloque “Resto del mundo” (17,4), lo que marca una tendencia a estancias más prolongadas en mercados lejanos.
El saldo neto de turistas internacionales fue negativo en 437.400 personas, cifra que asciende a 741.700 si se incluye a los excursionistas, consolidando el mayor desbalance desde el período prepandemia. Este resultado refleja la fuerte salida de argentinos frente a una disminución en la llegada de visitantes extranjeros.
Entre los factores que explican esta tendencia se destacan la flexibilización del cepo cambiario para la compra de servicios turísticos, un tipo de cambio aún competitivo para los residentes que viajan, el aumento de la conectividad internacional, y la caída del presupuesto destinado a promoción turística internacional.