Provincia de Buenos Aires: Te contamos sobre una experiencia única de turismo naturaleza en Fra-Pal


En en el corazón de la provincia de Buenos Aires, Coronel Pringles guarda un tesoro natural que pocos conocen pero que promete convertirse en el próximo destino imperdible para los amantes de la naturaleza. Este sitio, donde el paisaje serrano se funde con la vasta llanura y los ríos serpenteantes, es conocido como Paraje Fra-Pal, un rincón encantado donde la fauna y la flora autóctonas conviven en armonía, creando una experiencia única para los visitantes.

En las 330 hectáreas de senderos de Fra-Pal, más de trescientas especies de animales silvestres deambulan libremente, en un entorno donde no existen corrales ni barreras. 

Aquí, ciervos, búfalos, llamas y muflones viven en plena libertad, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de interactuar con ellos de una manera que rara vez se experimenta en otros lugares. 


Paola García, la apasionada guía que ha hecho de Fra-Pal su hogar desde hace diecisiete años, es la encargada de mostrar este rincón secreto, donde cada paso en sus senderos revela un nuevo asombro.

El viaje a Fra-Pal es una inmersión total en la naturaleza. Los visitantes pueden optar por caminar bajo la luz de las estrellas, realizar trekking en las sierras, o simplemente disfrutar de la tranquilidad del paisaje en un campamento rural con fogón. 

Pero sin duda, el plato fuerte es el avistaje de fauna, donde los turistas tienen la oportunidad de alimentar a los animales y sentir esa conexión especial con la vida silvestre. 

"Este es un lugar que muchos llaman la pequeña África por la similitud de su paisaje", relata Paola, mientras muestra los megalitos históricos que coronan el Cerro La Adolfina, otro de los atractivos de este mágico enclave.

Al final de la jornada, Fra-Pal ofrece una recompensa culinaria digna de su entorno: una picada serrana con productos locales, desde pan casero hasta chorizos secos, que es la manera perfecta de cerrar un día de exploración y aventura. 


Este rincón, que se encuentra en la intersección estratégica de las rutas provinciales 51 y 72, ha captado la esencia del turismo serrano, ofreciendo una alternativa única para quienes buscan experiencias auténticas y memorables.

Visitar Fra-Pal es descubrir un lugar donde la naturaleza se presenta en su forma más pura y donde la sencillez se convierte en un lujo. Este pequeño paraje, desconocido para muchos, se ha ganado un lugar en el mapa turístico gracias a la dedicación de quienes creen en su belleza y en la magia de lo simple. Y como bien dice Paola, “Fra-Pal también existe”, esperando ser descubierto por quienes buscan un rincón donde la naturaleza y la historia se entrelazan en perfecta armonía.