CÓRDOBA: JESÚS MARÍA SE PROMOCIONA CON EL MEJOR ASADO DEL MUNDO


A poco más de 50 km de la capital cordobesa, unida por la ruta nacional número 9, se encuentra Jesús María. Esta localidad que atesora un importantísimo legado histórico y cultural, dentro del Norte Cordobés fue posta del antiguo Camino Real del Alto Perú, con una presencia jesuítica de gran relevancia, y una identidad asociada al folclore y la tradición, materializada en las costumbres de sus habitantes. “Todos los parrilleros de Jesús María ostentan un título compartido, que se yergue como marca registrada local: ofrecer el mejor asado del mundo”. Así lo definen desde el destino cordobés que, en contacto con RADAR nos detallan la experiencia.


Es sabido que el “ritual” de una parrillada no empieza al “tirar la carne a la parrilla”; hay, de hecho, todo un procedimiento que involucra, como elemento fundamental, el fuego; si este no es adecuado, el producto no será bueno… La selección de la leña es una de las decisiones primordiales, pues parte del sabor dependerá de ella; y, de acuerdo con el corte, variará la madera a utilizar.


Ya acompañado de las llamas, y contando con las brasas, el asador comienza el segundo momento: cocer la carne. Disponiéndola sobre una impecable parrilla, lo que garantiza la óptima degustación del sabor y que se acentúa con sal, poca pimienta y apenas un dejo de limón, en algunos casos. El procedimiento vela por la máxima calidad, que se basa, sustancialmente, en la selección del mejor producto, y su correcta cocción “A PUNTO”.

La localización de Jesús María ofrece otra ventaja: es tierra por excelencia de vinos y embutidos, dos aliados inseparables de cualquier asado digno de presentar. La propuesta incluye entradas con salamines regionales, empanadas criollas y verduras escabechadas, acompañados por los famosos vinos de la región que, por su parte, componen una propuesta turística que promueve descubrir las diferentes bodegas en la reconocida “ruta del vino”.


Todas las parrillas de Jesús María ostentan el título de proveer los mejores asados del mundo, generando un espacio que une prácticas heredadas por más de 50 años, en un entorno ideal para el encuentro y el disfrute con amigos y principalmente la familia. 


Esto está representado en la forma en la que las parrilladas son llevadas a los comensales: en tablas compartidas que van ofreciendo, paso a paso, los distintos cortes que componen el menú; bife de chorizo, cuadril, solomillo, bondiola, chorizo y morcilla, molleja, chinchulín y riñón, matambre de cerdo y vaca y por supuesto la costilla, de ternera y cerdo; acompañado con las inigualables papas fritas con huevos revueltos y el inconfundible Malbec regional.