VIAJES AL ESPACIO: LA ODISEA DE BEZOS, MUSK Y BRANSON


Desde hace ya varios años los multimillonarios "excéntricos" están cumpliendo con su aspiración de viajar al espacio. Hoy el sueño de ser astronauta y de 
cumplir la fantasía y el anhelo de gran parte de la humanidad es una realidad. Dicen que este nuevo gran paso, que ha dado el creador de Amazon, Jeff Bezos con su empresa Blue Origin tuvo un valor de dos millones de dólares por plaza, y podría ser considerada la propuesta de lujo de viajes al espacio frente a las otras dos alternativas que existen hasta el momento: la del fundador de la aerolínea Virgin, Richard Branson con Virgin Galactic; y la opción de Elon Musk, el cofundador de PayPal, SpaceX, Hyperloop y SolarCity, entre muchas otras.

Bezos viajó acompañado por su hermano Mark, la pionera de la carrera espacial Wally Funk y el estudiante Oliver Daemen. Funk, con 82 años, y Daemen, con 18, son respectivamente la persona de más edad y la más joven en viajar al espacio. Lo hicieron a bordo de una cápsula New Shepard con amplias ventanas, lo que les brindó unas espectaculares vistas a la Tierra.

La nave despegó este martes 20 de julio de 2021 desde un centro privado de lanzamiento cerca de Van Horn, Texas. A dos minutos de partir, la cápsula se separó del cohete y continuó ascendiendo hacia la línea de Kármán, la reconocida frontera del espacio, a 100 km de altura.

Los pasajeros experimentaron unos cuatro minutos de ingravidez y pudieron soltarse de sus cinturones de seguridad para flotar y disfrutar de la vista panorámica. Una vez que la cápsula alcanzara una altitud máxima de unos 106 km, inició el descenso con un paracaídas para amortiguar el impulso. Y aterrizó 11 minutos después en el desierto de Texas.


Virgin Galactic se acerca al espacio


Por su parte, Virgin fue una de las primeras empresas que apostó por el reto de los viajes al espacio a precios no tan altos como la propuesta de Bezos. Hay que aclarar que la oferta espacial de Virgin no se parece en absoluto a otras opciones. Su nave no es una cápsula tradicional, sino el Spaceship Two. Se trata de un pequeño avión de motor cohete con capacidad para ocho personas: Dos pilotos y seis pasajeros.


El primer prototipo era un modelo experimental que en 2004 ganó el premio Ansari. Actualmente se encuentra colgada del techo del Museo del Aire y el Espacio de Washington. El modelo actual es una mejora de aquella nave. Fueron construidas dos unidades, pero una se estrelló hace cinco años durante un vuelo de prueba. ¿Qué sucedió? Se estima que fue a causa de un error humano, al desplegar prematuramente el sistema de frenado. El vehículo se desintegró en pleno vuelo. Uno de sus pilotos pudo saltar en paracaídas; el otro falleció en el impacto contra el suelo.

Entre las diferencias con las alternativas espaciales, el Spaceship Two no necesita retrocohetes ni protección térmica para la reentrada. Cuando llega el momento de reducir velocidad simplemente mueve sus timones de cola haciéndoles funcionar como aerofrenos. Luego, al llegar a los 15000 metros, los restablece a su posición normal y desciende planeando en amplios círculos hasta tomar tierra en la misma pista que sirvió para el despegue. De este modo, tanto el avión cohete como el portador son reutilizables, con lo cual permite que puedan cuadrar los números de esta iniciativa.


Space X, los elegidos de la NASA


Los expertos coinciden en asegurar que Space X, la compañía de Elon Musk, lleva una gran ventaja. Su principal éxito, la recuperación de sus cohetes, hoy se ha convertido en rutina. Alguno ha volado ya ocho veces, con lo que el coste de cada misión se reduce proporcionalmente.

Space X tiene planeado el lanzamiento de una cápsula Dragon a mediados de septiembre. Será el primer vuelo espacial privado y llevará a bordo cuatro pasajeros sin ninguna experiencia en estos menesteres. El comandante del vuelo será Jared Isaacman, un billonario que debe su fortuna al establecimiento de un sistema de puntos de venta y pagos informatizados.


Actualmente están optimizando el desarrollo de Starship, una nave espacial de transporte de carga y pasajeros de larga duración, que tras nueve intentos pudo ser recuperada intacta tras lograr elevarla hasta 10 kilómetros de altura.

La NASA confirmó el contrato adjudicado a Space X para utilizar la variante del Starship como vehículo de descenso hasta la superficie de la Luna. Aunque en esta apuesta no llevarán turistas, se estima que en posteriores viajes alrededor de la Luna sin aterrizar, otros millonarios podrán comprar plazas disfrutar es esta proeza.


Yusaku Maezawa, un empresario japonés cuya fortuna se estima en unos 2.000 millones de dólares coordinaría la comercialización de las plazas de Starship a través de la empresa Space Adventures. Estiman que facturará 150 millones de dólares por asiento, pero este desarrollo no será posible antes de 2023.

No obstante, para ir calentando motores, para este año Maezawa contrató una plaza en la nave espacial rusa Soyuz que significa unión, que viajará para acoplarse a la Estación Internacional. Durante ese periplo espacial, el japonés anunció que filmará la primera película de ciencia ficción en el espacio.