De acuerdo con cifras del Ministerio de Turismo de República Dominicana, entre enero y abril de 2025 arribaron al país 163.000 turistas argentinos. Solo en enero se registraron más de 51.000 llegadas, seguidas por 39.000 en febrero, 37.000 en marzo y 36.000 en abril. Este volumen consolida a la Argentina como uno de los mercados emisores más dinámicos del primer cuatrimestre del año.
El impacto también es percibido en el sector hotelero. Randy Santos, director de Revenue Management del grupo Meliá en Punta Cana, indicó que “la Argentina se convirtió en uno de los mercados internacionales de mayor crecimiento para el destino”. Según el ejecutivo, las llegadas de turistas argentinos a sus propiedades en República Dominicana aumentaron un 98 % en lo que va del año, posicionando al país como el tercer mercado en volumen de visitantes no residentes.
En el caso de México, Eduardo Mendoza, responsable de Revenue Management para Meliá en Cancún y Riviera Maya, señaló que “la Argentina es el segundo mercado sudamericano más relevante en volumen de llegadas al Caribe mexicano”. Según detalló, la cadena observa un crecimiento constante en las reservas provenientes de turistas argentinos, especialmente en los segmentos familiares y de parejas, con alta demanda por productos all inclusive.
Desde el sector comercial, también se identifican condiciones favorables para los viajes al exterior. Alejandro Festa, gerente de Hospedaje y Servicios Turísticos de Despegar, afirmó que “las condiciones cambiarias y las facilidades para acceder al dólar generan un escenario particularmente atractivo para quienes están pensando en viajar al exterior”.
El valor promedio de un paquete turístico con vuelo, alojamiento y régimen all inclusive en los principales destinos del Caribe se ubica a partir de un millón de pesos argentinos por persona para una estadía de una semana, dependiendo de la temporada.
El incremento en la afluencia de turistas argentinos al Caribe ocurre en un contexto de normalización del mercado cambiario, con impacto directo en el turismo emisivo y en la recuperación de rutas aéreas hacia destinos del exterior.