En un paso clave hacia más desregulación del transporte aéreo, el Gobierno argentino oficializó este viernes una profunda modificación del Código Aeronáutico, vigente desde hace más de medio siglo. La medida, establecida a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 338/2025, apunta a modernizar, desregular y facilitar el ingreso de nuevos jugadores al mercado aerocomercial.
La iniciativa responde a la visión de "Cielos Abiertos" promovida por el presidente, y fue elaborada por la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía junto al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.
Menos trabas, más competencia
Entre los cambios más significativos, la reforma habilita a las compañías aéreas argentinas a operar con aeronaves alquiladas con matrícula extranjera, elimina la obligación de que dos tercios del directorio sean de nacionalidad argentina y redefine el rol del jefe de aeródromo, que ahora solo será requerido donde lo disponga la ANAC.
Además, se simplifican procesos administrativos como la presentación de libros de actas y permisos para trabajos aéreos, y se suprime la exigencia de tripulación argentina en aviones foráneos que operan en el país.
También se desburocratiza el sistema de programación de vuelos: las rutas dejarán de requerir aprobación del Poder Ejecutivo y serán acordadas directamente entre aeropuertos y aerolíneas. A esto se suma la eliminación de referencias tarifarias y el fin del derecho preferente del Estado a adquirir activos de compañías en quiebra.
Desde el Ejecutivo destacan que se trata de una transformación de fondo, alineada con las mejores prácticas internacionales, que busca posicionar a la Argentina como un destino más competitivo y conectado. Según fuentes oficiales, la seguridad operacional continuará bajo la órbita de la ANAC, que mantendrá sus funciones de control y fiscalización.
Con esta medida, el Gobierno espera atraer inversiones, fomentar la competencia y brindar a los pasajeros más opciones, mejores servicios y tarifas más accesibles.