Impacto turístico de Fines de Semana Largos y Vacaciones: La CAME reveló que solo el 22% de los viajeros se aloja en hotelería formal


Desde Paraná (Entre Ríos) – Durante el último encuentro del Consejo Federal de Turismo (CFT), realizado en Paraná, Entre Ríos, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) presentó ante ministros, secretarios y autoridades turísticas de todo el país su metodología de relevamiento para medir el impacto del turismo. En diálogo con
Radar de Viajes, su secretario de Turismo, Gregorio Werchow, explicó en detalle cómo trabajan los datos, por qué defienden los fines de semana largos y qué papel juega CAME en una industria donde las pequeñas y medianas empresas son mayoría.

– ¿Cuál fue el objetivo principal de la presentación que realizó CAME en el Consejo Federal de Turismo?

En primer lugar, quiero agradecer al secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, por habernos brindado el espacio para exponer. Presentamos la metodología que utilizamos para medir el movimiento turístico en la Argentina, especialmente durante los fines de semana largos y en los períodos vacacionales de verano e invierno. Este trabajo lo venimos desarrollando desde hace catorce años, con una base de datos consolidada, que actualizamos constantemente incorporando tecnología, nuevas variables y mejores herramientas de análisis.

La exposición tuvo como eje mostrar cómo medimos el impacto económico del turismo en las economías regionales. Y sobre todo, planteamos la importancia de unificar criterios y generar información consensuada, algo fundamental si queremos políticas públicas eficaces.

– ¿Por qué el foco en los fines de semana largos?

Porque el modo de vacacionar cambió radicalmente. Ya no estamos en la lógica de salir solo en enero o febrero durante 15 o 30 días. Hoy, las familias argentinas —por razones económicas, laborales o culturales— eligen salir varias veces al año, pero por períodos más cortos. En ese contexto, los fines de semana largos se convirtieron en una herramienta clave para dinamizar el turismo interno y distribuir el flujo turístico a lo largo del año. Y eso se refleja claramente en los números que relevamos.

– ¿Cómo se estructura el equipo que realiza estos relevamientos?

El área que conduzco en CAME cuenta con el respaldo técnico de la economista Victoria Giarrizzo, profesora de la UBA, ex consultora en estadística del Banco Central y de organismos internacionales. Hoy, además, ocupa el cargo de secretaria de Comercio, Industria y Minería de Entre Ríos. Junto a ella, trabajamos en una matriz de análisis robusta, basada en más de una década de experiencia. Esta matriz no es estática: la venimos actualizando, adaptando y modernizando según los cambios que se van dando en el turismo y en el consumo.

– ¿Cómo recogen los datos? ¿Cuán federal es la metodología?

Nuestro sistema de relevamiento se apoya en una red de 126 personas distribuidas en todo el país. Estas personas trabajan tanto en organismos provinciales y municipales como en nuestras cámaras asociadas. Ellos nos proveen información que luego es validada, chequeada y comparada con datos históricos. De esa triangulación surgen los datos que presentamos. Lo que nos interesa es el impacto económico real del movimiento turístico, no solo su volumen.

– ¿Por qué remarcan tanto que no se enfocan en la ocupación hotelera?

Porque esa no es nuestra función. CAME no es una entidad turística tradicional: somos una organización que representa a las pequeñas y medianas empresas. Y en el caso del turismo, el 92% de las empresas del sector son pymes. Por eso nos ocupamos de este tema. Nuestra prioridad es entender cómo incide el turismo en las economías regionales, cuánto mueve en términos de consumo, empleo, transporte, gastronomía, comercio y servicios asociados. La ocupación hotelera es una variable importante, pero no es la única, y corresponde a las entidades sectoriales específicas medirla con sus propias metodologías.

– Sin embargo, muchos actores del sector consideran que la ocupación es clave para evaluar un fin de semana turístico. ¿Cuál es su respuesta ante esa crítica?

Lo entendemos. Pero hay que considerar que hoy el comportamiento del turista cambió. En una de las filminas que presentamos mostramos que solo el 22% de los viajeros se aloja en hotelería formal. El resto se reparte entre hotelería informal, departamentos de alquiler temporario, casas de familia y otros formatos. Si solo medimos la ocupación hotelera, nos estamos perdiendo más del 70% del fenómeno. Nuestra tarea es medir el conjunto del movimiento turístico, no solo una parte.

Y también tenemos que ser realistas: el turismo actual está marcado por decisiones de último momento. Muchas reservas se hacen horas antes del viaje, o directamente no se hacen. Hay gente que sale sin reservar, que decide en función del clima, de una promoción o de un feriado puente que coincide con su disponibilidad. Eso desafía las herramientas tradicionales de medición y nos obliga a adaptarnos.

– ¿Cuál es la postura de CAME respecto a la informalidad en el alojamiento?

Nosotros defendemos la formalidad. Ojalá todo el turismo se alojara en hotelería formal. Pero también somos conscientes de que la realidad es otra. No podemos negar que existen nuevas formas de alojamiento, desde plataformas digitales hasta redes informales. Lo importante es no ignorar esos datos. Necesitamos integrarlos al análisis para tener una foto realista del turismo en la Argentina. Y además, acompañar al sector para que esa informalidad se transforme, en lo posible, en mayor formalización, sin perder dinamismo.

– ¿Qué conclusiones deja este intercambio con las provincias? ¿Cómo fue recibido el planteo de CAME?

Hubo debates, sí, y es lógico que así sea. Pero la discusión es necesaria. Lo que buscamos es mejorar la calidad de la información. Si todos los actores del turismo manejan datos distintos, se dificulta la planificación, la inversión y la toma de decisiones. En cambio, si logramos consensuar metodologías y unificar criterios, vamos a poder construir políticas más eficaces y ayudar realmente al desarrollo turístico de cada región.

Desde CAME, nuestro compromiso es aportar una mirada económica, federal y centrada en las pymes. Porque son ellas las que generan empleo, sostienen la actividad y hacen posible que el turismo llegue a cada rincón del país.