El ícono turístico de la provincia de Salta ofrecerá nuevamente el servicio turístico luego de ocho meses de inactividad. Tras el viaje inaugural, el 31 de marzo, el Tren a las Nubes volverá a rodar para los turistas (desde el 4 de abril) que deseen conocer los más fabulosos paisajes del Norte argentino alcanzando una altura de 4.186 metros sobre el nivel del mar. Por eso el Tren a las Nubes es considerado uno de los tres ferrocarriles más altos del mundo.
El servicio iniciará su recorrido con una formación reducida de cinco vagones (antes tenía diez) de los cuales apenas dos serán para pasajeros. El resto lo conforman un vagón restaurante; otro confitería, y un tercero destinado a auxilios médicos y para el personal de operaciones.
El tren parte de la ciudad de Salta, cruza una quebrada pasando por Santa Rosa de Tastil (uno de los principales centros urbanos prehispánicos de Sudamérica) donde se pueden apreciar ruinas arqueológicas y luego de pasar por San Antonio de los Cobres se desliza por el Viaducto La Polvorilla, la emblemática obra de ingeniería que se observa en la siguiente imagen.
El Viaducto La Polvorilla es el final del recorrido. Allí la formación se detiene sobre el viaducto antes de retroceder y permitir la bajada de los pasajeros para observar el puente y la quebrada. Por debajo del viaducto pasa la Ruta Nacional 40.
El Tren a las Nubes realiza -en temporada, de abril a octubre- un trayecto total de 434 kilómetros en casi quince horas de viaje, ida y vuelta, y debe su nombre a un filme realizado por dos camarógrafos tucumanos a principios de la década del ’60.