La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) mantuvo una reunión con autoridades del Gobierno argentino para presentar una serie de propuestas destinadas a mejorar la competitividad del sector en el país.
El encuentro se llevó a cabo en la Jefatura de Gabinete de Ministros y contó con la participación de Fernando Joselevich, Country Manager Argentina & Latam en Costa Crociere; Alejandro López, director de Operaciones. MSC Mediterranean Shipping Company; Javier Massignani, Managing Director Argentina & Latam MSC Mediterranean Shipping Company Cruceros y Juan Pablo Maglier, representante institucional CLIA (Cruise Line International Association) en la República Argentina.
Durante la reunión, CLIA presentó proyecciones económicas que estiman ingresos por US$ 140 millones para la temporada 2025, con la posibilidad de alcanzar los US$ 250 millones si se aplicaran mejoras en los costos operativos, especialmente en lo relativo al uso de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Una de las propuestas centrales fue la creación de una categoría tarifaria específica para cruceros internacionales, con el fin de segmentar los costos sin afectar la recaudación fiscal.
En la temporada 2023-2024, Argentina recibió 140 recaladas de cruceros, principalmente en Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia. Sin embargo, CLIA advirtió que las tarifas portuarias en el país son más elevadas en comparación con otros destinos regionales, lo que limita su competitividad como destino y puerto base.
La entidad remarcó la necesidad de avanzar en una mayor articulación público-privada y de incluir al turismo fluvial internacional dentro de los criterios de la futura licitación de la Hidrovía. Este eje logístico es clave para el desarrollo de itinerarios en el cono sur y podría ser determinante para posicionar a Argentina como un hub regional de cruceros.
Actualmente, la industria de cruceros genera más de 5.000 empleos indirectos en el país, impactando de manera transversal en sectores como hotelería, gastronomía, transporte y comercio. Según CLIA, con un entorno normativo adecuado y mejoras logísticas, el país podría potenciar su rol dentro del mercado sudamericano, con beneficios directos para el turismo receptivo y la economía regional.
Entre los planteos presentados también se propuso conformar una mesa de trabajo conjunta entre el sector público y privado para abordar de manera integral el desarrollo de esta actividad en el cono sur, atendiendo al potencial que representa en términos de generación de divisas y distribución territorial de la actividad turística.